Estoy esperando, sentado en un coffee-bar del aeropuerto de Cusco, que hace descuentos especiales para los pasajeros de LAN. ¡Qué afortunado soy! Ser pasajero de LAN me ahorra unos soles y uno hasta se siente especial.
Comienzo sarcástico porque ya a estas alturas del maltrato recibido si no me río de mí mismo podría caer en una depresión más grande que la que me trajo al Cusco si quiera.
Ayer se cancelaron todos los vuelos de regreso a Lima (repito desde cusco) por mal tiempo. Claro, podrían decir, pobre compañía qué culpa tiene de las monstruosas lluvias y regulaciones aeronáuticas. Yo, la verdad, es que no soy tan tonto como para reprocharle nada respecto de eso a LAN.
Pero es que una cosa es que no se pueda volar por mal tiempo un día y otra que abusen de ti. Si bien el mal tiempo es algo que no queda al alcance de la empresa (elemental Watson) no es tampoco un hecho fortuito (nada de derechadas por favor). Lo que quiero decir es que esto debe pasar tan seguido en Cusco (lo dice el pequeño letrerito puesto para los turistas: “Importante, Cusco es una ciudad situada…., y que llueve mucho y….”) que la empresa debería solucionar el tema con una naturalidad rutinaria. ¡Claro!, ellos viven de esto por el amor de Dios, cómo van a hacer colas de 4 horas (y eso yo estaba más o menos bien ubicado), cómo van a tener personal tan inepto que sólo funciona con los gritos de la gente, cómo van a permitir que los agentes de viaje se colen, cómo van a reprogramar viajes para hasta 4 días después, cómo no van a dar viáticos por tremendas demoras, cómo, cómo, cómo…
Después le dicen a uno que por qué prejuicios tan feos con las compañías grandes que traen inversión y trabajo al país… y que además, Chemito, mucha responsabilidad social... La desigualdad en poderes entre el individuo, que es cliente, y la corporación es infinita; se aprovechan de uno, total qué nos puedes hacer ja ja ja.
No vuelvo a viajar en LAN, esperaré a que me maltrate otra empresa más chiquita de ahora en adelante, y volveré pobre a LAN con los 300 dólares en promedio al año que ya no les daré, nunca más.
2 comentarios:
El tema de fondo no es la inversion grande extranjera ni las transnacionales, sino el débil Estado peruano que no puede regular de forma adecuada el mercado ni hacer un control eficiente del mismo. Realizar esas cosas son los roles que le corresponde al Estado. Y no hablo de nuevos paradigmas izquierdistas sino del rol de un Estado moderno, inmerso inevitablemente en la economia de mercado.
Tampoco creo que ese sea el tema de fondo... por lo menos no el único. El poder que poseen algunas transnacionales (tales como One World) rebasa el poder del estado, tal vez sea una buena idea medidas controladoras tales como control de fusiones y adquisiciones... que se yo pero que no se diga tan sencillamente oh que bien mas y mas inversion, no a costa del respeto por la dignidad humana.
Publicar un comentario