Una forma diferente de pensarlo
Ayer vi una entrevista muy interesante del presidente del Jurado Nacional de Elecciones, Enrique Mendoza, en el programa de Rosa María Palacios. No voy a hacer un recuento de lo que se dijo, me quiero detener en sólo un momento de la entrevista que significó, un golpe certero a mi esquematizada mente jurídica.
Ahora les explico: el tema de la sentencia del TC a favor de los fonavistas es muy sencilla, en un estado de derecho se deben cumplir las sentencias sino se cumplen se vulnera la Constitución y por supuesto se vulnera dicho estado de derecho. No tiene ningún sentido que algunas veces se cumplan las sentencias y otras veces no se cumplan, eso no es propio de un estado que respeta las leyes, pues sólo en un estado donde se respeten las leyes y las sentencias (“la ley dicha por el juez”) puede haber paz. Si éstas no se respetan no queda otra salida, ¡Cerremos todo y vámonos todos a nuestras casas! ¡Tengámosle miedo a todo y a todos porque no habrá quien nos defienda!
Pues bien hasta aquí todo perfecto, mi bien formada mentalidad jurídica me lleva claramente a esa conclusión: Se debe cumplir la sentencia. Sin embargo ayer mientras veía la entrevista sucedió algo sorpresivo, hubo un momento en que me sentí un robot jurídico, sentí que mi análisis del tema era científico o técnico como quieran llamarle pero se olvidaba de la REALIDAD.
Rosa María califica la sentencia como un verdadero mamarracho (pues según ella el FONAVI es claramente un tributo), que era un disparate pero que a Enrique Mendoza no le quedaba más salida que cumplir con ese disparate y convocar a un referéndum, que ese era su deber como funcionario público. ¿Se dan cuenta al nivel de formalismo que se puede llegar pensando como abogados? ¡Le dijo que tenía que cumplir con un disparate!
Uno antes que jurista es un ser humano, y no le pueden pedir a nadie que anteponga su oficio a su espíritu, a su esencia, o sea que no le podemos pedir a nadie que cometa un disparate.
Estoy informado de todo el tema del caso FONAVI, y ciertamente tengo una opinión formada pero no la voy a presentar en este artículo, esto fue sólo para compartir una reflexión: ¿Qué tan lejos estamos los abogados y/o juristas de la realidad de nuestra sociedad? ¿Somos cada vez más parecidos a un pc jurídico?
Ahora les explico: el tema de la sentencia del TC a favor de los fonavistas es muy sencilla, en un estado de derecho se deben cumplir las sentencias sino se cumplen se vulnera la Constitución y por supuesto se vulnera dicho estado de derecho. No tiene ningún sentido que algunas veces se cumplan las sentencias y otras veces no se cumplan, eso no es propio de un estado que respeta las leyes, pues sólo en un estado donde se respeten las leyes y las sentencias (“la ley dicha por el juez”) puede haber paz. Si éstas no se respetan no queda otra salida, ¡Cerremos todo y vámonos todos a nuestras casas! ¡Tengámosle miedo a todo y a todos porque no habrá quien nos defienda!
Pues bien hasta aquí todo perfecto, mi bien formada mentalidad jurídica me lleva claramente a esa conclusión: Se debe cumplir la sentencia. Sin embargo ayer mientras veía la entrevista sucedió algo sorpresivo, hubo un momento en que me sentí un robot jurídico, sentí que mi análisis del tema era científico o técnico como quieran llamarle pero se olvidaba de la REALIDAD.
Rosa María califica la sentencia como un verdadero mamarracho (pues según ella el FONAVI es claramente un tributo), que era un disparate pero que a Enrique Mendoza no le quedaba más salida que cumplir con ese disparate y convocar a un referéndum, que ese era su deber como funcionario público. ¿Se dan cuenta al nivel de formalismo que se puede llegar pensando como abogados? ¡Le dijo que tenía que cumplir con un disparate!
Uno antes que jurista es un ser humano, y no le pueden pedir a nadie que anteponga su oficio a su espíritu, a su esencia, o sea que no le podemos pedir a nadie que cometa un disparate.
Estoy informado de todo el tema del caso FONAVI, y ciertamente tengo una opinión formada pero no la voy a presentar en este artículo, esto fue sólo para compartir una reflexión: ¿Qué tan lejos estamos los abogados y/o juristas de la realidad de nuestra sociedad? ¿Somos cada vez más parecidos a un pc jurídico?
2 comentarios:
Al parecer mi estimado Chemo, cada vez solo nos preocupamos más por aplicar bien las leyes y demás, sin tomar en cuenta que existen elementos que no pueden ser dejados de lado en nuestra sociedad.
José, a manera de reflexión, la opinión juridica-constitucional del tema FONAVI no fue si se tiene que cumplir o no con las sentencias de TC, como lo anotas, pues el debate fue: ¿ una carga ecnomica puede ser calificada como tributo sin respetar los principios de reserva de ley y legalidad? No verdad.
Pues, los tributos sólo puden ser creados por el poder legislativo como no fue el caso de FONAVI (Reserva de Ley). Asimismo, el principio de legalidad abarca la determinación de todos los elementos que configuran un tributo, como el supuesto de hecho, la base imponible, los sujetos de la relación tributaria –acreedor y deudor–, el agente de retención y la percepción y alícuot, los cuales deben estar precisados o especificados en la norma legal, sin que sea necesaria la remisión –expresa o tácita– de un Reglamento o norma de inferior jerarquía, lo que no ocurrio con FONAVI. El mamaracho jurídico es simple, el comentario de una abogada hecho periodista, ROSA MARIA PLACIOS.
Franco García Lazo
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