“El pañuelo blanco sube y baja dibujando círculos en el aire, por ratos hasta ¡vuela por sí solo!, ya luego me percato que una mano conduce su trayectoria. El bailarín realiza su faena con una prestancia única, el movimiento del cuerpo al compás del ritmo milimétricamente engarzado. La hermosa joven que lo acompaña con el clásico vestido del baile, con la sonrisa inacabable más bella que he visto en mi vida, coqueta hasta la muerte. ¡Qué baile perfecto es la marinera! Termina con el conocido acercamiento de caras, haciéndonos creer a todos que se besarán pero no lo hacen a pesar de la mínima y peligrosa distancia, el beso ya se completa en la imaginación de cada uno de los espectadores.”
La marinera, el tondero, la zamacueca, el huaylas, la saya, entre otros fueron los bailes que pudimos disfrutar. Debo confesar que disfruté cada instante de los bailes, no sólo por pura apreciación artística sino porque producía en mí un efecto de peruanidad que me embriagaba de felicidad. Sólo comparable con lo que se siente al cantar el himno nacional en el extranjero después de años de no estar en tu país, o celebrar el gol de clasificación al mundial de fútbol.
No se le ocurra a nadie llamar a ese efecto-peruanidad como mentiroso, hipócrita o pasajero, nada más lejos de la verdad. Fue único, inmaculado, eterno y sobre todo real. Real porque yo quiero a mi país, y momentos como ese sólo me hacen recordar en qué magnitud lo hago, me hacen recordar por qué lo hago. Lo hago porque el Perú es un país tremendamente hermoso y rico.
Si existen expresiones culturales y artísticas de este tipo en el Perú, no entiendo hasta ahora como no se ha logrado forjar una verdadera nación. Es que el Perú no es una verdadera nación, porque ésta sólo es cuando existe en sus habitantes una cosa llamada identidad nacional. Esto significa verse reflejado en el otro peruano, sentirse feliz por sus éxitos y logros, pero sobre todo significa sentir sus miserias como propias.
La extrema pobreza de la sierra del sur no es un problema de todos, los agricultores de la misma zona con parcelas familiares que se verán muy afectados con el TLC gringo son sólo externalidades, los cerro-habitantes de Lima y sus cerro-problemas son sólo la triste decoración de la ciudad, entre otros ejemplos. La falta de identidad nacional es clara y da pena, la realidad es que la respuesta a estos problemas son la indiferencia y el olvido, comenzando por el estado y terminando por cada uno de nosotros, sino recordemos que al firmar el mencionado TLC el tema de los niveles de subvención a los campesinos agricultores han sido una materia totalmente secundaria y de ninguna manera atendida.
El perro del hortelano del que habla Alan García es el fruto de la carencia de identidad nacional, si el mismísimo presidente entiende este problema como el obstáculo que impide la superación del país, yo no entiendo por qué no hace nada al respecto o de repente pretende liquidar a los perros del hortelano a través de artículos periodísticos, ¿absurdo, no?
Yo le sugiero una idea: Empiece a cambiar el Perú a través del apoyo decidido a la cultura, el arte, las danzas, etc. El Perú de eso tiene de sobra y no existe más otra cosa que pueda tocar la nobleza de todos los peruanos que estas expresiones. De otro modo seguiremos pareciendo 27 millones de personas desconocidas viviendo en el mismo lugar. Es ésta la única esperanza.
2 comentarios:
Es el post mas acertado que has escrito. De hecho el día en que el Perú sea una nación se dejaran de lado prejuicios sociales que tanto afectan al desarrollo del país. Promover cultura, danzas, arte, etc. que nos identifiquen, al menos a la mayoria, serían muy valiosos en esta época llena de entretenimiento superficial y estupidizante.
Saludos. Orson Rocha
Broder este es un temaza alucina!!!
Pero discrepo totalmente contigo peee...
Vale vale, buen intento, pero el tema es super complejo, es más admito que el tema me apasiona, jeje, pero no crees que la pregunta sería: ¿En verdad puede surgir en el Perú una Identidad Nacional, teniendo en cuenta la pobreza, la desigualdad, racismo, exclusión social, multiculturalidad y pluriculturalidad dentro de nuestro Estado?
Esas son unas de las TANTAS variables sociales, culturales y económicas que tienen correlación directa e imposibilitan la construcción de una identidad Nacional broder...En verdad creo no pecar de tan pesimista en este tema...Pero es así.
Más que andar pensando en danza, arte o cultura, los cuales, como dije antes, también reflejan la diversidad del país en todas o casi todas las variables antes mencionadas. Una verdadera solución, estaría en el cambio institucional...Las instituciones son las que ponen las "reglas de juego" en las sociedades, es desde ahí en donde el empieza el problema, por poner un ejemplo, el racismo es una de las principales trabas para una dizzz que construccion de identidad nacional (sigo pesimista), pero este está tan arraigado en la sociedad a tal punto de ser una institucion informal es por eso la "normalizacion" del racismo y la discriminacion al estilo de un secreto a voces.
Mientras no haya un cambio a nivel organizacional e institucional que genere tolerancia ante las diferencias dudo mucho que se pueda conseguir construir una identidad en este pais.
Por ultimo, tu decías
"No se le ocurra a nadie llamar a ese efecto-peruanidad como mentiroso, hipócrita o pasajero, nada más lejos de la verdad" haciendo alución a una dizzz que identidad nacional en los migrantes peruanos en otros paises.
Discrepo totalmente, eso se puede explicar facilmente, y ello se debe a que las espectativas y las posibilidades no coinciden en el nuevo orden social en donde se desempeñan, es por ello que hay una especie de anomia (Durkheim), es por ello que lo que les queda es aferrarse a los patrones culturales que heredaron de la cultura a la que pertenecen (que hay muchas en el Perú, un perú formado de varios peruEs (Nelson)) y no porque afuera "surga" la escondida identidad nacional que parece existir en esa gente. Naaa...
Eso es todo.
Hablamos.
Estudiante de CP.
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