lunes, 6 de abril de 2009

Mañana Fujimori


Mañana se dicta sentencia en el caso Fujimori por violación a los derechos humanos en los sucesos de Barrios Altos y La Cantuta. Que es un hecho histórico en la vida de la República del Perú es una verdad repetida hasta el hartazgo. Desde esta tribuna yo quiero expresar mi deseo porque se condene al delincuente que decidió matar seres humanos con las más crueles formas so pretexto de combatir el terrorismo.

Ya empezaron a salir los tontos de sus guaridas para dar opiniones a favor del acusado basadas principalmente en el absurdo: “Él derrotó al terrorismo”. Pero bien lo recuerda un periodista en un artículo publicado ayer en La República, que este es un juicio, y por tanto tiene carácter jurídico y no político. Sin embargo este periodista llega a la conclusión inédita de que no se ha probado su culpabilidad en el juicio.

Para empezar a mí no me queda duda que así fuera un juicio político el ex-dictador lo perdería largamente. Pero, ciñámonos a las reglas: evaluemos con argumentos jurídicos.

Como es obvio, en ningún caso de delitos cometidos por la criminalidad organizada se dejan pruebas directas del crimen. Sería tan ilógico como firmar papeles ordenando la matanza de seres inocentes, o como elaborar un organigrama en donde diga: “Juan Quispe es el capo de la mafia y la directora de asesinatos es María Pérez”.

Por esta razón la fiscalía ha elaborado la acusación sobre la base de prueba indiciaria, esto quiere decir que si bien única y directamente éstas no prueban la comisión de delito alguno, si son analizadas en su conjunto y dentro del contexto en que se dieron pueden llegar a generar certeza en los jueces sobre la culpabilidad.

¿Existe prueba que demuestre la culpabilidad de Fujimori?

Largamente sí. En primer lugar Fujimori era el jefe del Estado y su asesor era Vladimiro Montesinos, a quien se le había encargado el SIN organismo encargado de dirigir la guerra sucia contra el terrorismo. El hecho que ambos salieran a declarar juntos siempre, el respaldo infinito que le dio el primero al segundo en todo momento, y el hecho que hayan vivido juntos en el SIN, creo que demuestra indubitablemente el nivel de vinculación que existía entre ambos. (Nota: Me parece increíble que haya gente que haya olvidado esto a sólo 9 años).

En segundo lugar, Fujimori no realizó acto real alguno para investigar estos hechos de violaciones de derechos humanos (su defensa aquí es que no leía Caretas, evalúen ustedes su credibilidad), por el contrario felicitó a los integrantes del grupo Colina, y por si fuera poco años después, con control del parlamento, otorgó una ley de amnistía a los acusados.

En tercer lugar, la cantidad de testimonios en su contra sobre estos hechos directamente son arrolladores. No nombremos ni siquiera los secuestros de Gorriti y Dyer. Más bien recordemos lo tajante que fueron las primeras declaraciones de Martin Rivas contando detalle a detalle la participación de Fujimori. Obviamente cambió de postura cuando le convino.

Finalmente, creo que en el terreno jurídico las cosas están más claras que el agua. Por favor basta ya de amnésicos, demos el primer paso a la reconstitución de la confianza en la justicia en el Perú; por lo menos una vez en mi vida quisiera sentir que la impunidad puede acabarse.

Justicia, por favor.


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