Ayer Tula Benítez fue desaforada por el congreso, enmendando los congresistas apristas su actuación del día anterior. Sobre esto no hay mucho que decir, Benítez en mi opinión fue debidamente desaforada, aunque el análisis jurídico no haya sido tan simple como lo planteaban los medios de comunicación.
En anteriores oportunidades he mencionado la capacidad del gobierno para causar un impacto mediático en la sociedad a través de la prensa, usando propuestas populistas de aquellas que encanta a las masas pero que al final queda en palabras y no se hace nada de nada por cumplirlas. Se podría decir que sirven para distraer o no aburrir a los medios de comunicación. Son los casos de: la propuesta de pena de muerte a los violadores, el pacto social entre el empresariado y los trabajadores del país, el tercio superior como requisito para ser profesor de colegio, etc.
Iba a todo esto sólo para recordarles la importancia que García ha dado a la información de la prensa durante todo su gobierno. Lo que quiero hacer en este espacio es explicar los comportamientos de Alan garcía desde una hipótesis mía. Tal vez compartan la hipótesis o no, pero estoy seguro que algo de verdad van a encontrar. En este sentido creo que no es descabellado hacer la siguiente lectura del caso Benítez.
¿Qué impacto tuvieron las declaraciones de García, de ayer por la mañana, sobre el caso de Tula Benítez? La prensa nacional difundió ayer las duras críticas del presidente con su bancada parlamentaria, condenando el blindaje político y haciendo énfasis en el daño a la imagen que le hacían al gobierno frente al pueblo. García dejó la imagen implacable de lucha contra la corrupción, contra las criolladas de los congresistas, con su acercamiento al pueblo y a sus opiniones. ¡Quedó bien!
No resulta absurdo pensar entonces que García planeó la primera votación para dejar la imagen excelente que quedó ayer por la noche en la retina de todos los televidentes de noticieros.
Es que no es poca cosa lo que se logra señores. Se gana el fortalecimiento de la imagen presidencial –que dicho sea de paso venía en caída- a cambio de un poco de desprestigio de la bancada aprista y del Congreso, que seamos sinceros ambas imágenes ya estaban bastante desgastadas.
Desde esta clase de análisis se pueden apuntar otras actuaciones, entendiendo el tema desde la premisa que García es un presidente capaz de hacer todo tipo de cosas con tal de salvaguardar su imagen. Él siempre fue un tipo populista –recordemos el primer gobierno-, él no ha cambiado, sólo que ha llevado su populismo de la realidad o de la concreción de sus discursos a los shows periodísticos, que en una sociedad que sobre-consume noticias (de la televisión, de los periódicos, de la radio, etc.) resulta teniendo el mismo impacto.
¿Ustedes creen que García es capaz de hacer una cosa así?
En anteriores oportunidades he mencionado la capacidad del gobierno para causar un impacto mediático en la sociedad a través de la prensa, usando propuestas populistas de aquellas que encanta a las masas pero que al final queda en palabras y no se hace nada de nada por cumplirlas. Se podría decir que sirven para distraer o no aburrir a los medios de comunicación. Son los casos de: la propuesta de pena de muerte a los violadores, el pacto social entre el empresariado y los trabajadores del país, el tercio superior como requisito para ser profesor de colegio, etc.
Iba a todo esto sólo para recordarles la importancia que García ha dado a la información de la prensa durante todo su gobierno. Lo que quiero hacer en este espacio es explicar los comportamientos de Alan garcía desde una hipótesis mía. Tal vez compartan la hipótesis o no, pero estoy seguro que algo de verdad van a encontrar. En este sentido creo que no es descabellado hacer la siguiente lectura del caso Benítez.
¿Qué impacto tuvieron las declaraciones de García, de ayer por la mañana, sobre el caso de Tula Benítez? La prensa nacional difundió ayer las duras críticas del presidente con su bancada parlamentaria, condenando el blindaje político y haciendo énfasis en el daño a la imagen que le hacían al gobierno frente al pueblo. García dejó la imagen implacable de lucha contra la corrupción, contra las criolladas de los congresistas, con su acercamiento al pueblo y a sus opiniones. ¡Quedó bien!
No resulta absurdo pensar entonces que García planeó la primera votación para dejar la imagen excelente que quedó ayer por la noche en la retina de todos los televidentes de noticieros.
Es que no es poca cosa lo que se logra señores. Se gana el fortalecimiento de la imagen presidencial –que dicho sea de paso venía en caída- a cambio de un poco de desprestigio de la bancada aprista y del Congreso, que seamos sinceros ambas imágenes ya estaban bastante desgastadas.
Desde esta clase de análisis se pueden apuntar otras actuaciones, entendiendo el tema desde la premisa que García es un presidente capaz de hacer todo tipo de cosas con tal de salvaguardar su imagen. Él siempre fue un tipo populista –recordemos el primer gobierno-, él no ha cambiado, sólo que ha llevado su populismo de la realidad o de la concreción de sus discursos a los shows periodísticos, que en una sociedad que sobre-consume noticias (de la televisión, de los periódicos, de la radio, etc.) resulta teniendo el mismo impacto.
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1 comentario:
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